Himno a Ártemis (fragmento), Safo de Lesbos

[…]
Pero Ártemis el grave juramento divino pronunció:
«Por tu cabeza, quiero por siempre virgen ser, nunca domada,
cazadora en las cimas de montes solitarios.
Vamos, pues, y confírmalo como un don para mí».
Así dijo, y le dio su asentimiento el padre de los dioses.
Dioses y hombres la llaman Virgen y Cazadora,
flechadora de ciervos —solemne sobrenombre—.
Y Eros, el que deja el cuerpo lánguido, no se le acerca nunca.

Safos de Lesbos

Extraído de Poemas y testimonios (Acantilado, 2004)
Traducción de Aurora Luque.