Hábitat (ἐνδο–)

Coloca cada mano en una jamba de la puerta. Olvida el tiempo, olvida todo aquello que has tocado hasta este instante —incluso ese zumbido residual, tinnitus subjetivo, debe desaparecer. Después, con ambos pies descalzos, deja las plantas ser sobre la yerba, divídete en esquejes e imagínalos creciendo lentamente del jardín (un árbol de vesículas biliares, por ejemplo, con el tronco cubierto por dendritas trepadoras). Vuelve: esta es la noche en la que Marco Aurelio decidió escribir en griego por primera vez, la noche en la que Lorca, al adentrarse en Harlem, se convierte en mito, noche en que el mismo fuego hiciera arder las bibliotecas de Bagdad y Alejandría. Tienes la casa quieta entre las manos, cogida por las jambas, y la invades.

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Publicado originalmente en Plural de habitación.
Imagen: plano sección de Habitat 67, de Moshe Safdie.

Este placer de extensa primavera

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este placer de extensa primavera
sabe acortar las alas de los pájaros

sabe decir la tarde es un murmullo de metal
y share my pictures
sabe vaciarte el torso de costillas

este placer que te deforma el cuerpo, sí
sabe besarte el cráneo cuando duermes

compréndelo al nacer
cierra la puerta

En respuesta a un tuit de María Sánchez (@MariaMercromina)

Fotografía: Joel Peter Witkins.

 

Respuesta y versiones de Sagawa Chika

ANTIGUAS FLORES

Antaño florecidas en el pecho del océano
aunque descoloridas ya en su mayor parte
y al igual que los años que llegan de algún sitio
para desmoronarse silenciosos
son invisibles ya
las niñas recogen los labios de las olas con la punta de los dedos
y sondan la oquedad de los anillos.

PARTIR

Se abre la boca de la noche para escupir el bosque y las torres del reloj.
El sol se pone en pie y echa a correr por una calle de cristal azul.
Los coches y las faldas cortan en rebanadas musicales la ciudad
y estas bucean después en los escaparates.
El puesto de fruta huele a la mañana.
Incluso aquí el sol se multiplica en azul.
La gente lanza anillos hacia el cielo.
Para atrapar los soles.

*

EN RESPUESTA A UN POEMA DE SAGAWA CHIKA — J.F.R.

Lancé un anillo al cielo
para atrapar el sol

pero alcancé a las nubes
y los pájaros

se desplomaron como gotas muertas.

***

Versiones realizadas originalmente para PlayGround Magazine
y Luna Miguel sobre una traducción inglesa de Sawako Nakayusu  (Canarium Books).
Fotografías de Sally Mann (Family Color, 1990-91),  extraídas de aquí.