Siempre que termino un libro me sucede una especie de afasia. Me pasó tras la publicación de Canícula (su primera versión, en 2016), me pasó con Las hogueras azules (2020), que apareció en plena pandemia y tuvo una recepción que yo jamás habría podido anticipar, y me ha pasado también con Raíz dulce, aunque quizás con más intensidad que en las ocasiones previas, como supongo que lo prueba el hecho de que haya transcurrido casi un año desde su publicación sin que haya escrito nada sobre él en esta página. El pasado 12 de diciembre, sin embargo, y para mi sorpresa, se anunció que el libro había ganado el XXXV Premio El Ojo Crítico de RNE, por lo que empieza a resultar evidente que, dejando a un lado que yo sea un desastre para los anuncios, la afasia necesita solución inmediata.

Raíz dulce se publicó en Candaya a finales de enero de 2024. Salió con el número 31 de la colección Poesía, entre Perro fantasma, de José Daniel Espejo (2023) y Aunque me extinga, de Sofía Crespo Madrid (2024), que se anunció hace apenas algunas semanas. Sobre qué es o qué deja de ser exactamente, hay opiniones enfrentadas —y me consta que han surgido discusiones al respecto—, pero a mí me gusta hablar de él como un poemario que encapsula una novela.
Hay en el libro, por lo tanto, una historia; una sobre la que hasta ahora (y de allí viene en parte mi silencio, aunque no solo) he procurado no hablar, pues me parece que una buena parte de su encanto, o por lo menos de su funcionamiento en tanto que obra artística, reside justamente en adentrarse en él a ciegas. Aquí me limitaré a decir, como ya he adelantado en las presentaciones y las entrevistas de estos últimos meses, que se trata de un relato cimentado en numerosas experiencias personales, y aun así ficcional, y que acontece entre un pasado tan próximo y un futuro tan cercano que se podría decir que lo narrado está pasando hoy.
Independientemente de su historia, Raíz dulce es un dispositivo literario —me apropio de esta expresión que Ernesto García López empleó en la presentación de Getafe— que pretende invitar a la lectora o al lector a reflexionar acerca de tres cuestiones principales: (1) hasta qué punto nuestra identidad, como individuos, depende de eso que llamamos memoria y en qué grado es esta maleable ante la fuerza y las presiones del deseo; (2) qué es en realidad eso que llamamos poesía y qué la diferencia de otros modos de expresión, y sobre todo (3) la esencial fragilidad de la existencia humana y la naturaleza inseparable de la vida, el amor y la muerte.
Como también he declarado en varias ocasiones desde que se publicó el libro, cualquier otra inferencia interpretativa por mi parte, como autor de la obra, me parece perjudicial, así como cualquier aclaración acerca de qué elementos de la historia son biográficos y cuáles ficcionales. En definitiva, es por esta razón por la que me he negado sistemáticamente a responder ciertas preguntas, dejando que sea el lector el que medite hasta qué punto, como Eduardo Ruiz Sosa me dijo una vez, «todo es ficción desde el momento en que está escrito» y, en última instancia, la verdadera poesía es antibiográfica, como dejara escrito en sus apuntes Paul Celan.

Por fortuna, y a pesar de mis silencios, el libro ha recibido apoyos por parte tanto de los lectores como de la crítica. La segunda edición, de hecho, apareció en el mes de mayo, solo tres meses después de su publicación. Entretanto, mis editores y yo lo presentamos en Madrid, Getafe, Sevilla, Málaga, Granada, Santiago de Compostela y Berlín, y después del verano en Murcia, Valencia y Alicante. En todos estos sitios me acompañaron escritores y amigos estupendos —Mónica Ojeda, el ya citado Ernesto García López, mi hermano Enrique Fuenteblanca y Braulio Ortiz Poole, Virginia Aguilar Bautista, Rosa Berbel, Chus Pato, Raúl Gil, José Daniel Espejo, Francisca Pageo y Sara J. Trigueros, respectivamente—, cuyas interpretaciones del texto, sin excepción, me han parecido de una inteligencia y de una originalidad abrumadoras. También lo han hecho las lecturas críticas, empezando sin duda por el hermoso epílogo que dedicó a la obra Chus Pato, recién galardonada con el Premio Nacional de Poesía, y siguiendo por reseñas tan iluminadoras como las que le han dedicado, entre otros, Vicente Luis Mora, Túa Blesa o Adrián Viéitez.

A todo esto se suma la atención mediática que ha despertado el poemario, que ha desfilado ya por algunos de los mejores programas culturales españoles, como La estación azul, A la luz del pensar o Biblioteca pública, en la radio, o Página 2 en la televisión.
Por mi parte, no puedo estar más que agradecido por tanto cariño y atención, que se suman a los que ya recibieron mis libros anteriores y a los que, desde mayo, han canalizado también la primera antología de mi obra, Lento relámpago, memoria (aparecida en Nautilus como conmemoración de mi paso por el Festival Internacional de Poesía de Aragón) y, más recientemente, la Poesía selecta de Federico García Lorca aparecida en Alba con ilustraciones de Sara Morante y prólogo de mi autoría titulado «Lorca, la fuerza, el límite y la imaginación».
La noticia del Premio El Ojo Crítico, en fin, cerró un año de ensueño y repleto de emociones que le debo, además de a la poesía, a mis lectoras y lectores y a mis queridos editores de Candaya, Olga Martínez Dasi y el ya mencionado Eduardo Ruiz Sosa, que creyeron en el libro y lo ayudaron a nacer, además de a nuestro tan añorado Paco Robles.
Gracias a todos vosotros por hacer de Raíz dulce lo que es hoy.
Madrid, 12 de enero de 2025,
JFR

Hola! He realizado el pedido para tener el poemario. Estoy segura que me encantará al igual que Las hogueras azules. Muchos éxitos Juan. Un abrazo María Jesús Pintor Lourido
Yahoo Mail: Busca, organiza, conquista
Hola, Chus. ¡Qué bueno! Ojalá lo disfrutes. Suelo decir que son libros aparentemente muy distintos, pero que los conecta una corriente subterránea. A ver qué te parece a ti. Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias. Muchos éxitos y felicidad Juan
Yahoo Mail: Busca, organiza, conquista
Hola Juan! Ya está aquí tu libro de poemas y hoy me pondré con su lectura. Me encanta la portada y tengo la seguridad de que todo el libro me encantará también. Un abrazo enorme y muchos éxitos. Chus Lour
Hola Juan: es una verdadera maravilla tu libro de poemas, todo tan bello. He encontrado un corazón en la portada y no sé si el ilustrador ha seguido quizás tu idea para que así fuera, no solamente son las palabras las que hablan también es la ilustración original y que a mí tanto me transmite. Muchos éxitos y mi sincera enhorabuena. Chus Lour
Hola, Chus. Qué alegría leer tu comentario y que te gustase tanto el libro. En respuesta a tus preguntas, la ilustración, aunque se eligió a propuesta mía, no es una creación para el libro, sino el silueteo de una pintura rupestre de las cuevas de Lascaux. Te dejo a continuación un enlace al tuit en el que lo expliqué: https://x.com/JuanFRivero_/status/1746940377125314748
Muchísimas gracias Juan, sí después lo he podido leer también en el libro y me ha encantado. Todo. Y además se lo he dejado a mi gran amiga Lola que tiene la librería DoMapa aquí en Vigo y también le ha maravillado tanto los poemas como la portada. Qué tengas una gran celebración del día de la Poesía y que pronto tengas otro libro para que todas las personas amamos tus poemas podamos disfrutar. Un abrazo enorme para ti Juan y otro abrazo enorme para Ana Rocío. Muchos éxitos Chus Lour
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